Lo estético y lo terapéutico cada vez se cruzan más, Y Deep Slim ha sabido posicionarse con una propuesta singular: ofrecer resultados clínicos visibles a través de una tecnología ultrasónica no invasiva, cómoda y sin riesgos.
Su secreto está en la tecnología patentada MULMI (Multifocused Ultrasound Low Mechanical Index).
Pero ¿qué significa realmente esto?
MULMI: ultrasonido que escucha al tejido
MULMI es más que un acrónimo técnico. Es una filosofía de acción basada en el respeto fisiológico del tejido. A diferencia de otros equipos que generan calor o destruyen la estructura celular, Deep Slim trabaja con ultrasonidos de baja frecuencia e intensidad (menos de 1 MHz y <1 W/cm²). Esto permite entregar energía de forma mecánica, a baja presión, sin provocar necrosis ni inflamación agresiva.
La clave está en su emisión multifocal: miles de micro-lóbulos de energía se distribuyen sobre una zona amplia, provocando micropresiones cíclicas sobre el tejido adiposo y conectivo. Esta vibración induce un fenómeno conocido como mecanotransducción: el tejido «siente» el estímulo y responde activando funciones propias de remodelado, drenaje, regeneración y liberación de lípidos.
Actuar sin destruir: la remodelación desde dentro
El objetivo de Deep Slim no es destruir adipocitos, sino reeducarlos. Su energía multifocal penetra hasta el panículo adiposo subcutáneo y provoca una liberación progresiva de grasa acumulada, sin daño celular ni efectos secundarios térmicos. Al mismo tiempo, estimula fibroblastos, colágeno y fibras conectivas.
Esto da lugar a:
- Reducción del grosor adiposo
- Mejora de la firmeza y textura cutánea
- Disminución visible de la celulitis
- Reorganización de septos fibroso.
Todo ello sin dolor, sin aguijones térmicos ni periodos de baja.
Ciencia que avala
Estudios clínicos e histológicos han demostrado que este tipo de energía provoca:
- Lisis controlada de la membrana del adipocito
- Estimulo de colagenogénesis y elastina
- Disminución de fibrosis postoperatoria y traumática
- Efecto drenante y antiinflamatorio en procesos como lipedema o postcirugías
No es teoría: es evidencia. Deep Slim ha sido testado tanto en contextos estéticos como terapéuticos, y los resultados clínicos están alineados con la experiencia de cientos de pacientes.
Una nueva categoría: estética regenerativa
Deep Slim no encaja en la lógica antigua de destruir para reducir. Su propuesta se basa en estimular para transformar. Por eso abre una nueva categoría: la estética regenerativa. Una forma de intervenir el cuerpo con respeto biológico, entendiendo que el tejido responde mejor cuando no es atacado, sino guiado.
En manos de profesionales formados, Deep Slim se convierte en una herramienta versátil: desde la remodelación de contorno en casos no quirúrgicos, hasta la recuperación postoperatoria de tejidos inflamados, edematizados o fibróticos.
La tecnología MULMI es una invitación a cambiar el enfoque: de intervenir a acompañar. Deep Slim ofrece una forma más inteligente y fisiológica de tratar el tejido, con ciencia real, resultados tangibles y una experiencia que el paciente agradece desde la primera sesión.
Si quieres descubrir en directo cómo esta tecnología puede cambiar tu forma de trabajar, solicita tu demo!